Los paneles o placas solares son un tema cada vez más comun, y estamos más familiarizados con su forma y su uso. Pero, realmente sabemos ¿qué son?, ¿cómo funcionan? o ¿cómo están compuestos?
Primero, es importante entender que la función de las placas solares es recoger energía renovable limpia generada por la luz del sol, y convertirla en electricidad. Las placas solares están compuestas de varias células solares individuales, las cuales se componen de capas de silicio, fósforo (carga negativa) y boro (carga positiva).
Las placas solares aprovechan los fotones, que son las partículas con energía lumínica, y las convierten en energía electromotriz; es decir, en la energía convencional que utilizamos en nuestras casas o empresas. Este proceso se conoce como el efecto fotovoltaico.
De este modo, se obtienen ahorros en el consumo de energía, además de contribuir a la sostenibilidad ambiental y generar energía limpia; igualmente se disminuyen considerablemente los costos utilizando este tipo de energía.
Una ventaja en la zona tropical del planeta es que no dependemos del agua para la generación de energía, como en el caso de las hidroeléctricas; asimismo, no hacemos uso recursos naturales tales como el gas o el carbón.
¿Cómo están construidas las placas solares?
Las placas solares son un grupo de celdas que, al estar conectadas entre sí, forman un circuito eléctrico. El material que se utiliza para producir estas placas es silicio, y hay de 3 tipos:
- Amorfo: Por ser de menor densidad, requieren mayor espacio para conseguir una buena potencia; por esto, el panel solar amorfo no es tan eficiente como los otros. Estos paneles son más baratos, pero tienen un menor rendimiento y requieren de mayor inversión en estructura y cableado.
- Policristalino: Tienen una gran resistencia a temperaturas elevadas, por esta razón son óptimos para climas calientes. Igualmente, absorben el calor a gran velocidad. Estos paneles tienen un costo más bajo que los monocristalinos, pues se hacen en moldes que facilitan su producción.
- Monocristalino: Es el sistema más desarrollado de paneles y tienen mayor pureza, por ende, su costo es más elevado. Están hechos de una sola semilla de cristal, por lo que son más suaves y uniformes. Son los más eficaces, requieren menos espacio y tienen una vida útil más larga.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, es importante evaluar qué tipos de placas solares se van a utilizar para futuros proyectos; ya que, dependiendo de esta decisión, se puede vislumbrar el retorno de inversión; con el fin de que no sea en un tiempo muy prolongado y se puedan implementar estos proyectos de manera más fácil.
De igual forma, estos proyectos muestran que la compañía está incursionando en energías limpias; lo que fortalece la imagen frente a los diferentes usuarios que puedan obtener servicios y productos de las compañías sostenibles.